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Pros y contras de recibir el diagnóstico de salud mental de tu hijo / hija…

¿Recibir un diagnóstico de salud mental para tu hijo/a es buena idea?
En este artículo exploramos los pros y contras de un diagnóstico emocional infantil, desde una mirada cálida y respetuosa. Descubre cómo puede ayudarte a entender mejor a tu hijo/a, acceder a apoyos especializados y validar lo que observas en casa, pero también los riesgos de etiquetar o centrarte solo en lo que “no está funcionando”. En Trivu, creemos en una crianza consciente que mira más allá de los síntomas y acompaña el bienestar emocional infantil desde la raíz.

En Trivu, acompañamos a madres, padres y cuidadores en uno de los caminos más importantes: el de entender y cuidar el mundo emocional de sus hijos. Cuando surgen dudas sobre el comportamiento o el desarrollo emocional de tu hijo/a, una de las grandes preguntas es: ¿deberíamos buscar un diagnóstico?

Aquí te compartimos los pros y contras de recibir un diagnóstico psicológico infantil, para que tomes decisiones informadas y amorosas.

¿Qué beneficios puede tener un diagnóstico?

1. Entender lo que está pasando

Cuando algo preocupa —como berrinches intensos, dificultades para dormir o falta de concentración— ponerle un nombre puede traer claridad. Un diagnóstico puede ser el primer paso para comprender por qué tu hijo/a actúa de cierta manera y cómo puedes ayudarlo/a.

2. Acceso a apoyo especializado

Con un diagnóstico, puedes acceder más fácilmente a herramientas, recursos y acompañamiento profesional especializado en desarrollo infantil, lo que puede marcar una gran diferencia en su vida diaria (y en la tuya como mamá, papá o cuidador/a).

3. Validar lo que estás viendo y sintiendo

Muchas familias sienten alivio cuando reciben una explicación a lo que ya intuían. El diagnóstico puede ayudar a quitar la culpa o la duda, y permitirles decir: “esto no es mi culpa, y ahora sé cómo acompañarlo mejor”.

¿Y qué desafíos puede traer?

1. El peso de las etiquetas

A veces, un diagnóstico puede sentirse como una etiqueta que encasilla a tu hijo/a. En Trivu, creemos que ningún niño o niña es un diagnóstico: son personas completas, llenas de potencial, creatividad y amor. No los reducimos a una palabra en un papel.

2. Estigma y juicios sociales

Aún hay mucho desconocimiento sobre el bienestar emocional infantil. Algunas personas pueden opinar sin entender, y eso puede ser doloroso. Por eso en Trivu trabajamos también con las familias, para construir redes de apoyo libres de juicio y llenas de empatía.

3. Mirar solo los síntomas

Un diagnóstico puede enfocarse en “lo que no funciona”, pero en Trivu creemos en mirar a tu hijo/a desde una visión integral: cuerpo, mente, emociones, entorno y alma. Porque muchas veces, lo que necesita no es un “arreglo”, sino más presencia, conexión y guía.

En Trivu, acompañamos con una mirada amorosa

Sabemos que tomar la decisión de buscar un diagnóstico no es fácil. Pero también sabemos que no hay nada más poderoso que una mamá o papá que decide mirar a su hijo/a con amor, conciencia y responsabilidad.

Recuerda: un diagnóstico puede ser una herramienta, no una sentencia. Lo importante es usarlo como una brújula, no como una etiqueta.

En Trivu estamos para caminar a tu lado, ayudarte a entender lo que está pasando y construir juntos el tipo de acompañamiento que tu hijo/a necesita.

Nuestra misión es acompañar el desarrollo emocional infantil desde la raíz, con respeto, conexión y confianza. Somos Trivu …

¿Buscas terapia psicológica infantil con enfoque profesional, humano y actualizado?

En Casa Trivu somos expertas en el acompañamiento emocional de niñas y niños, ayudándoles a desarrollar habilidades para manejar sus emociones, fortalecer su autoestima y mejorar su conducta. También ofrecemos asesoría personalizada para madres y padres que desean criar con más conciencia y conexión.

📍 Nos encontramos en el Centro de Monterrey
🧠 Atendemos de manera presencial y en línea
👩‍👧‍👦 Atención psicológica infantil | Asesoría de crianza | Talleres y actividades grupales

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¿Tu hijo tiene explosiones de ira o es agresivo? Esto es lo que necesitas saber.

¿Tu hijo tiene explosiones de ira o conductas agresivas? En este artículo, nuestras expertas en terapia psicológica infantil te explican por qué ocurre este tipo de comportamiento, qué señales observar y cómo actuar de forma efectiva sin perder la calma. Descubre herramientas prácticas de manejo emocional y disciplina respetuosa que sí funcionan, respaldadas por profesionales en salud mental infantil. Ideal para madres y padres que buscan apoyo profesional en crianza consciente.

En Casa Trivu, expertas en terapia psicológica infantil acompañamos a muchas familias que enfrentan un reto común pero difícil: la agresividad en la infancia. Cuando un niño o niña pierde el control, grita, muerde, lanza objetos o incluso agrede físicamente a sus padres o hermanos, no solo puede ponerse en peligro a sí mismo, sino también a quienes lo rodean.

Si este es tu caso, no estás sola o solo. Y, sobre todo, no es tu culpa. Lo que sí puedes hacer es entender mejor lo que está ocurriendo y aprender nuevas formas de acompañar a tu hijo para que logre autorregularse.

La conducta agresiva es una forma de comunicación

En nuestra experiencia como profesionales en psicología infantil, lo primero que explicamos a madres y padres es que el comportamiento agresivo no es manipulación. Es un grito de ayuda. Es una señal clara de que el niño aún no cuenta con las herramientas necesarias para expresar sus emociones de una forma sana y segura.

Muchos niños y niñas carecen de habilidades básicas como el control de impulsos, el lenguaje emocional o la resolución de conflictos. Esto no significa que haya algo “malo” con ellos, sino que necesitan apoyo para aprender a autorregularse.

¿Qué puedes hacer como mamá, papá o cuidador?

En nuestras sesiones de asesoria para padres, compartimos estrategias concretas y respetuosas que ayudan a prevenir y manejar estos episodios sin caer en castigos humillantes ni en permisividad extrema.

Algunas de las herramientas más efectivas son:

  • Mantén la calma. Tu capacidad para regular tus propias emociones es el primer paso para ayudar a tu hijo a hacer lo mismo.

  • No cedas ante el berrinche. Si accedes a sus demandas para que deje de gritar o pegar, le estarás enseñando que esa conducta es efectiva.

  • Refuerza el buen comportamiento. Después del episodio, felicítalo por haberse calmado. Reconoce cualquier esfuerzo por comunicarse de forma más madura.

  • Enseña habilidades emocionales en momentos tranquilos. Hablen juntos sobre lo que ocurrió, cómo se sintió y qué puede hacer la próxima vez.

  • Evita detonantes cuando sea posible. Las rutinas predecibles, los avisos antes de una transición y las instrucciones claras pueden prevenir muchas crisis.

  • Busca ayuda profesional. Cuando las explosiones son frecuentes o muy intensas, es momento de consultar con un especialista.

¿Cuándo acudir a terapia psicológica infantil?

Si los episodios de agresividad ocurren con frecuencia, interrumpen la vida familiar o afectan la seguridad de tu hijo u otras personas, es fundamental acudir con una psicóloga infantil profesional. En Casa Trivu, diseñamos un plan de acompañamiento integral que puede incluir:

  • Terapia individual para el niño.

  • Asesoría para madres y padres.

  • Entrenamiento en manejo de conducta desde el respeto.

  • Evaluación emocional para detectar causas profundas (como TDAH, ansiedad infantil, dificultades sensoriales o aprendizaje).

Nuestra visión en Casa Trivu es integradora, respetuosa y basada en evidencia. Creemos que los niños no necesitan ser castigados para aprender, necesitan ser guiados con firmeza, empatía y amor.

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Actividades para enseñar tolerancia a la frustración a tu hijo/a (sin gritos ni castigos)

¿Tu hijo/a se frustra con facilidad y no sabes cómo ayudarlo/a?
En este artículo te compartimos estrategias prácticas para enseñar tolerancia a la frustración en casa, con herramientas que fomentan la regulación emocional infantil y fortalecen su bienestar emocional. Desde el mapeo corporal hasta el semáforo de la calma, estas actividades te ayudarán a acompañar a tu hijo/a con empatía, conexión y sin recurrir a gritos ni castigos.

Todos, grandes y pequeños, sentimos frustración. Pero a diferencia de los adultos, los niños aún no han aprendido qué hacer cuando esa emoción aparece. Es por eso que muchos pequeños reaccionan con enojo, llanto o incluso con “berrinches” cuando las cosas no salen como esperaban.

En Trivu lo vemos todo el tiempo: niñas y niños que no están “portándose mal”, sino atravesando una emoción que les rebasa. La tolerancia a la frustración no se hereda ni se aprende sola. Se enseña, se practica... y se acompaña con paciencia y amor.

Aquí te compartimos algunas herramientas sencillas pero poderosas que puedes aplicar en casa para ayudar a tu hijo/a a desarrollar esta habilidad tan importante para su bienestar emocional infantil.

1. Haz un mapeo corporal (y conviértelo en juego)

Una de nuestras estrategias favoritas es el mapa corporal de las emociones. Dibuja junto a tu hijo/a la silueta de un cuerpo (puedes buscar una en internet si prefieres imprimirla). Luego pregúntale:

“¿Qué sientes en tu cuerpo cuando te enojas?” Tal vez diga que le late muy rápido el corazón, le pican las manos o le arde la cabeza. Coloreen juntos esas zonas en rojo.

Esto ayuda a tu hijo/a a reconocer que su cuerpo le está dando señales de que necesita ayuda. Es una forma de cultivar la inteligencia emocional desde la infancia.

2. Conoce sus desencadenantes

Cada niño tiene sus propios "detonantes". Aprender a identificarlos es clave para prevenir explosiones emocionales.

Algunos desencadenantes comunes son:

  • Transiciones (como terminar de jugar e irse a bañar)

  • Conflictos con otros niños

  • Dificultades escolares o motrices (como no poder recortar bien)

  • Sentirse incomprendido

  • Tener hambre o estar cansado

  • Cambios inesperados en la rutina

Llevar un pequeño registro puede ayudarte mucho. Anota qué pasó antes de un momento difícil, la hora del día y cómo se sintió tu hijo/a. Esto les dará claridad a ambos.

3. Hagan una lista de “cosas que me enojan”

Sentarse juntos a escribir (o dibujar) todas las cosas que le enojan puede ser muy liberador. Mientras tu hijo/a nombra cada cosa, valida lo que siente:

“¡Uy sí, eso también me hace enojar a mí!” Luego, rompan la lista en pedacitos y láncenlos al aire. Esta acción tan simple les da una sensación de “descarga emocional” que suele traer alivio inmediato.

4. Enseña el semáforo de la calma (¡y ponlo en la refri!)

Todos los niños entienden lo que significa un semáforo:

  • Rojo: alto

  • Amarillo: piensa

  • Verde: actúa

Enséñale a usar esa imagen para manejar la frustración:

  • Cuando se sienta mal, que imagine la luz roja: ¡detente!

  • Luego, use la respiración profunda: inhalar 4 segundos, retener 3, exhalar 4

  • En luz amarilla, que piense en tres soluciones: ¿pedir ayuda?, ¿intentar de nuevo?, ¿cambiar de actividad?

  • En luz verde, que elija una y siga adelante

Haz un semáforo de cartulina y colócalo en un lugar visible como el refrigerador. Con el tiempo, esta herramienta se vuelve natural.

La clave: presencia, conexión y repetición

La regulación emocional infantil no ocurre en solitario. Los niños aprenden a calmarse gracias a nuestra presencia y guía constante. Sí, puede tomar tiempo... pero cada intento cuenta.

En Trivu te acompañamos a ti también, porque entendemos que criar desde la conciencia a veces duele, incomoda y nos confronta con nuestras propias emociones.

Aquí no damos fórmulas mágicas, pero sí herramientas reales para construir una crianza más conectada y humana.

¿Buscas terapia psicológica infantil con enfoque profesional, humano y actualizado?

En Casa Trivu somos expertas en el acompañamiento emocional de niñas y niños, ayudándoles a desarrollar habilidades para manejar sus emociones, fortalecer su autoestima y mejorar su conducta. También ofrecemos asesoría personalizada para madres y padres que desean criar con más conciencia y conexión.

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Título de la publicación de blog cuatro

Todo empieza con una idea.

Todo empieza con una idea. Tal vez quieras comenzar un negocio o convertir un pasatiempo en algo más. O bien, es posible que tengas un proyecto creativo para compartir con el mundo. Sea lo que sea, la manera en la que cuentes tu historia online puede marcar la diferencia.

No te preocupes por sonar profesional. Suena como tú. Hay más de 1500 millones de sitios web, pero tu historia es lo que lo diferencia del resto. Si vuelves a leer las palabras y no oyes tu propia voz en la mente, es una señal de que aún tienes mucho trabajo por hacer.

Sé claro, ten confianza y no lo pienses demasiado. La belleza de tu historia es que continuará evolucionando y tu sitio evolucionará con ella. Tu meta debe ser que sea correcto para el momento. Más tarde, funcionará solo. Siempre es así.

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